Manolo Zambrano (Recreativo) es el primero en caer
El fútbol es apasionante, vibrante y emocionante. Sin embargo, padece una enfermedad crónica: es amnésico. Los éxitos del pasado son historia cuando el balón echa a rodar de nuevo. Esta vez han bastado seis jornadas para que el buen hacer de Manolo Zambrano al frente del Recreativo la temporada pasada se convierta en pura ceniza. En la jornada 22 del pasado campeonato, cuando entrenaba al filial del Recreativo, fue encomendado para evitar el descenso del primer equipo. Por aquel entonces, el club onubense marchaba penúltimo clasificado y acompañaba en los puestos de descenso a Murcia y Levante. Al final de temporada, con esfuerzo y sacrificio logró el objetivo de la permanencia. Los otros dos, pimentoneros y granotas, no pudieron hacer lo mismo y acabaron cayendo al infierno de la segunda división. Todos reconocieron la magnífica labor de un técnico que quería hacerse un hueco en la élite del fútbol español.
Sin embargo, el tiempo pasó y llegó el inico de la liga 2008-2009. Tras seis jornadas, cuatro puntos de dieciocho posibles y terceros por la cola. Suficiente para que el Consejo de Administración del Recreativo decidiese echar a la papelera el logro de Zambrano el año pasado. Destituido. El sucesor en el cargo será Lucas Alcaraz, un viejo conocido para la afición onubense. Dentro de una semana y media le llegará su primera prueba de fuego ya que para bien o para mal está comprobado que el fútbol no entiende de desempleo.
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