Shakhtar 1-2 Barcelona (El Messias acudió al rescate)
Con 1-0 en contra y sin visos de remontada, Pep miró al banquillo y vió una estrella sentada y con chándal. Acudió a ella y con un gesto de complicidad le indicó que había llegado su hora. Era el momento de la verdad. Lionel Messi saltaba al campo. Con él, el Barça empezó a crear peligro casi sin quererlo. Las balas de fogueo se habían acabado. La maquina blaugrana estaba lista para la acción. A pocos minutos para el final y cuando los aficionados locales empezaban a saborear la victoria, por fin apareció el "Messias". Primero, para aprovechar un monumental error del meta local, y ya en el descuento, para firmar una sublime vaselina que acababa con el sueño del conjunto ucraniano. Con sus dos goles, Leo demostró que el banquillo no es lugar para estrellas.
At. Madrid 2-1 Marsella (¡Continúa la fiesta!)
El Atlético sigue sumando de tres en tres, esta vez en Champions, y sigue con su particular fiesta. Es como si los rojiblancos se hubieran hecho socios de la eterna felicidad. La Liga de Campeones volvía al Calderón tras una larga ausencia y a los 4 minutos de juego Agüero se encargaba de servir la primera copa (1-0). Todo parecía encarrilado y se avecinaba una nueva borrachera de goles en el coliseo colchonero. Sin embargo, pocos minutos después, los marselleses empataban el encuentro y frenaban el frenesí local. La fiesta se interrumpió durante unos minutos y algunos dejaron de bailar y cantar hasta que Raul García volvió a subir los decibelios en la grada con un gol de pillo que significaba el el 2-1. De ahí al final del encuentro los franceses llamaron en repetidas ocasiones a la puerta del Atlético, pero se chocaron una y otra vez contra el mismo cartel: Fiesta rojiblanca. Prohibido pasar.
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