Argentina llegaba al partido contra Uruguay con la vitola de favorito, pero con una racha de cinco partidos seguidos sin conocer la victoria. Un bagaje de una derrota y cuatro empates en los últimos cinco compromisos internacionales. Sin embargo, cuando cuentas entre tus filas con jugadores de talla mundial, las malas rachas de resultados siempre se acaban; sólo hay que esperar a que la lógica impere y que en este caso, los Messi, Agüero, Riquelme o Tévez demuestren su valía. Sentarse delante de la televisión y ver en un mismo equipo a tal constelación de estrellas es un auténtico placer. En el partido del sábado noche, a los albicelestes les bastaron quince minutos para acabar con la resistencia charrúa. Messi y Agüero pusieron los goles en un partido marcado por la dureza y los parones de juego.
El tempranero 2-0 en contra no hizo gracia a una Uruguay que empezó a desesperarse y a intentar parar a base de leña a los argentinos. Los minutos pasaron y el partido empezó a trabarse. Faltas y más faltas. Situación que aprovecharon los charrúas para recortar distancias poco antes de llegar al descanso a través de Lugano. En la segunda parte, poco juego y mucha tensión. El marcador no se movió y el definitivo 2-1 permitió sumar tres nuevos puntos y afianzar en la segunda posición a la selección albiceleste. El objetivo, el Mundial de Sudáfrica 2010. Una cita para la cual, los argentinos se postulan como los grandes favoritos.
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