A falta de fútbol, buenos son los cleenex y las excusas
No pudo ser. Pocos creían en un hipotético triunfo rojiblanco en el Bernabéu y finalmente no se produjo. El Athletic se enfrentó a una de las versiones más tristes del Real Madrid, pero salió derrotado; esó sí, con honor. Si seguimos así nos iremos a Segunda, pero sin honor. Con un entrenador mediocre, pero tremendamente sobrevalorado. Me hubiera gustado ver al señor Caparrós con una plantilla como la que tenía a su disposición Mané hace un par de temporadas.
El partido de ayer en el Bernabéu fue de todo menos bonito. Dos equipos inseguros en defensa, sin orden en el centro del campo y dirigos por dos entrenadores a cada cual más patético. Schuster demostró una vez más su egocentrismo y su mala educación, mientras que Caparrós volvió a hacer gala de una enorme incapacidad para tomar las decisiones correctas en el plano táctico. Actualmente, el Athletic es un equipo con orgullo, pero sin rumbo fijo. El R. Madrid sin embargo, está demostrando tener unos dirigentes malcriados, que al mínimo problema no dudan en llorar para recibir ayudas en jornadas venideras. Mientras los merengues lloran y patalean por los malos arbitrajes, el Barcelona juega, gana y golea. Casualidad o no, a los equipos que ganan por K.O no les importa quien arbitre. Cuando necesitas recurrir a los puntos para ganar un combate la cosa cambia. Si eres honrado y aceptas las reglas no te quejas del sistema. Si eres como Mijatovic o Schuster cojes un paquete de cleenex, estiras las piernas y empiezas a patalear mientras lloras. En el partido de ayer hubo un señor disfrazado de arbitro, pero no de antimadridista. Las consecuencias de tal arbitraje la padecieron los dos equipos, pero el que acabó con un futbolista menos y al que le dejaron de pitar un penalty fue al Atheltic. Por eso resulta tan patético que el engomindado Mijatovic se queje de una persecución contra el Madrid. Habría que cambiar aquello de ¡Así, así, así gana el Madrid! por el ¡Así, así, así llora el Madrid!
En lo que respecta al partido en sí, el comienzo del mismo fue un auténcio correcalles del que el Madrid pescó dos goles. No existía el centro del campo. Ese sitio en el que se cocinan y se ganan los partidos. Fue una metedura de pata más de Caparrós. Es ridículo ir a un campo como el Bernabéu y querer tratar de tú a tú al R. Madrid. Si no lo hizo la Juventus hace menos de una semana, cuando jugó en Champions contra los blancos, será por algo. Salir de inicio con un doble pivote formado por Orbaiz y Yeste es como decirle al Madrid que aceptas un intercambio de puñetazos. Lo que el técnico rojiblanco parece no entender es que hoy por hoy cada golpe madridista vale por cuatro de los leones. Esta pareja de pivotes ya salió escaldada del Sánchez Pizjuán y fue una de las principales causas de la derrota de ayer. El balón que Fran Yeste perdió en el medio del campo, cuando el empate ondeaba en el marcador, supuso un contragolpe letal que significó el definitivo 3-2. Sin embargo, no fue lo único que sorprendió de Caparrós. Tras la algo más que rigurosa expulsión de Amorebieta, con el marcador en contra y a poco más de 10 minutos para la finalización del encuentro, no se le ocurrió nada mejor que quitar a Gabilondo para sacar a Casas. La razón, sumar un defensa más para no salir goleados. Típico de Caparrós. Mejor perder por un gol que intentar ir a por el partido descuidando la defensa. El segundo cambio rojiblanco también sorprendió. Dar entrada a Susaeta en detrimento de Yeste a falta de 8 minutos para el final demuestra la escasa confianza que el entrenador tiene en el joven atacante.
Resulta totalmente incomprensible que jugadores como Etxeberría, Susaeta o Ustaritz no tengan sitio en este Athletic, y más sorprendente aún que Gabilondo o Llorente sean piezas clave de este equipo. Si a todo esto le sumamos el doblete que consiguió ayer Aduriz contra el Espanyol, es como para darse de cabezazos contra la pared. El delantero guipuzcoano fue vendido por 5 millones de euros al mejor postor y ahora el Athletic tiene 5 puntos en ocho jornadas. Lamentablemente, la sombra del descenso se ve cada vez desde más cerca y ya sólo queda un equipo peor clasificado que el Athletic, el Osasuna. Se necesita un cambio radical y Caparrós no parece el más adecuado para llevarlo a cabo. El miércoles vuelve la Copa del Rey a San Mamés y el sábado será el Villarreal quien visite la Catedral. Que Dios nos pille confesados...
GORA ATHLETIC!! KAPARROS KANPORA!!
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