Jornada 7: At.Madrid 1-2 R.Madrid

Los merengues se llevan el derby con un gol de penalty en el 96'

Una vez más, el derby madrileño ofreció espectáculo, tensión y goles. En esta ocasión, un gol de Van Nistelrooy a los 30 segundos de juego desequilibró un partido al que el Atlético entró con el pie izquierdo. La propuesta futbolística de Aguirre, que pobló el centro del campo colchonero con cuatro jugadores de corte defensivo, resultó fatal a raiz del 0-1. Los rojiblancos se ahogaron en su propio juego y durante los primeros cuarenta y cinco minutos no fueron capaces en ningún momento de crear peligro. Para colmo, Perea se autoexpulsó a la media hora de juego tras propinar un soberano codazo a Sneijder. El Atlético era un auténtico desastre y la victoria blanca se daba por hecha. Fue entonces cuando apareció la figura de Clos Gómez. El aragonés anuló dos goles legales al R. Madrid y expulsó a Van Nistelrooy por una dura entrada que en ningún caso merecía el castigo de la expulsión. A raiz de entonces, los rojiblancos se crecieron y los blancos empezaron a especular con el resultado.

Tras el descanso, Aguirre movió ficha. Dejó en el banquillo a Pernía y sacó a Simao. La apuesta inicial del técnico mexicano no había funcionado y era el momento de tocar zafarrancho de combate. Daba igual perder 0-1 que 0-3. Las ocasiones locales y las contras merengues se sucedieron y el partido empezó a parecerse a una tómbola para la que todos querían billete. Era cuestión de esperar a ver a quien le tocaba, y en el minuto 89 le tocó a Simao. Con un espléndido lanzamiento de falta, el portugués colocó el empate a uno en el marcador y llevó el júbilo a las gradas del Calderón.

Parecía que el derby iba a concluir así y que los blancos se dejarían dos puntos en el camino. Sin embargo, los 6 minutos de prolongación se les hicieron demasiado largos a los locales. Drenthe, que había saltado al verde en sustitución de Raul, desbordó a Heitinga y éste estiró la pierna para derribarle. Penalty a favor del R. Madrid en el minuto 95. Muchos aficionados rojiblancos no se lo podían creer o no querían creerselo. Después de casi noventa minutos luchando por sacar algo positivo del derby, se encontraban en el tiempo de descuento con un penalty en contra. Higuain asumió la responsabilidad y no falló. Ahora sí, no había tiempo para más. El derby madrileño más loco de los últimos tiempos se lo llevaba el R. Madrid...como siempre.