Las cosas se pueden hacer bien, regular, mal o como las hace Caparrós. Algún malpensado podría llegar a pensar que el de Utrera quiso hacer un favor a su Sevilla con la alineación que sacó al campo. Hay cosas que no se entienden y otras que simplemente, no tienen explicación. Apostar de salida por un doble pivote formado por Orbaiz y Yeste en el Sánchez Pizjuán es como conducir a 210 km/h por Sabino Arana. Un riesgo innecesario. Sin embargo, no fue la única decisión controvertida que tomó el técnico rojiblanco. Colocó a Javi Martínez de media punta y volvió a dejar a Susaeta en el banquillo. Está claro que con Caparrós, el que no defienda no juega, y si algún atacante no lucha lo suficiente, se le saca del once inicial o se le coloca por delante de la defensa. Una manera de formar soldados que estén listos para la brega cuando jueguen en posiciones de ataque. Que no le extrañe a nadie si dentro de un par de partidos vemos a Llorente de centrocampista defensivo.
El resultado de todo este experimento, 4-0 en contra y una imagen desastrosa. Hasta Balenziaga, uno de los que mejor rendimiento estaban dando ultimamente, se contagió del mal hacer de sus compañeros y completó un partido para olvidar. Sin duda, el peor desde que viste la zamarra rojiblanca. Así las cosas y visto lo visto, no hay excusas que valgan. Ni que la plantilla es corta, ni que falta gol, ni nada. Sólo se puede hacer una cosa, aprender de los errores y no volver a caer en ellos. Esperemos que Caparrós despierte y empiece a demostrar que puede ser un entrenador válido para nuestro Ahletic. Mientras, el tiempo pasa y los puntos se van...
Caparros kanpora!! eta Gora Athletic!!
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