viernes, 30 de octubre de 2009

Fútbol: actualidad


Crisis en la Casa Blanca


Corren tiempos difíciles por la Castellana. Que el Madrid no está bien es un hecho, pero lo que más preocupa no es el presente, sino el futuro. Con la sombra alargada del jogo bonito del Barcelona, los hombres de Pellegrini no acaban de encontrar el camino para agradar a los suyos. Salvando de la quema a Cristiano; los Kaka, Benzemá o Xabi Alonso no están demostrando hasta el momento el porqué del despilfarro económico realizado en sus fichajes y Florentino empieza a ponerse nervioso.

Si no fuese porque no quiere que se utilice en su caso el refrán de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, probablemente Manuel Pellegrini hubiese sido cesado ya como técnico merengue. En la anterior etapa de Florentino Pérez cualquier atisbo de bache era solucionado con el despido del entrenador y los mimos a los galácticos. En esta ocasión no quiere cometer los mismos errores y ha decidido actuar como poli malo para los futbolistas, dándole todos los galones al técnico. Galones que quizás no se merezca a tenor del trabajo realizado hasta el momento.

No es normal que el equipo más caro del mundo sea incapaz de crear fútbol, muestre una preocupante vulnerabilidad atrás y sólo sea capaz de resolver sus partidos por destellos individuales. Eso cuando los merengues se enfrentan con rivales de talla inferior, porque cada vez que se han enfrentado a equipos con cierta solera han caído con todas las de la ley. Primero fue la Juventus en pretemporada, luego el Sevilla en liga y por último el Alcorcón en Copa del Rey. Sí, están leyendo bien, el Alcorcón. Un equipo de la segunda división B que sacó los colores como no se recordaba a un Madrid que divagó por el campo durante todo el partido y que acabó haciendo uno de los mayores ridículos de su historia al caer por un rotundo y merecido 4-0.

Es lo que sucede cuando once futbolistas se dejan la piel en el campo y sus once adversarios pretenden vender la piel del oso antes de cazarlo. Sin embargo, las miradas no pueden dirigirse únicamente al cesped y en contra de los jugadores. Manuel Pellegrini es el máximo responsable del rendimiento de la plantilla y por ello, uno de los principales culpables del desorden en el que vive sumergido el conjunto merengue. Todos son líos y problemas en la Castellana. El tiempo se le empieza a echar encima al conjunto blanco y cualquier desliz puede acarrear un serio problema en el futuro blanco a la hora de luchar por los títulos. Para empezar, el triplete se ha complicado sobremanera al tener que remontar en el Bernabeu, en el partido de vuelta de Copa, un 4-0 en contra frente el Alcorcón.

Las horas y los días de Pellegrini en el banquillo blanco parecen estar contadas, pero no hay que olvidar que Florentino no es aquel presidente de antaño; ahora actúa con delicadeza. Quizá una delicadeza que se acabe en los próximos partidos.
Ya saben todos ustedes que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.