jueves, 26 de marzo de 2009

BARKATU. BENETAN

Llegó la hora de cambiar


Cuando se llega al límite hay dos opciones: seguir y autodestruirse; o parar, recapacitar y volver a la senda de la vida.

Siento que he llegado a mi límite y que es la hora de apostar de verdad. Sin fraudes. Sin mentiras. Sin miedos. Apostar por aquello por lo que se me ha educado. Aquello por lo que viví. Por lo que fui. Si fallo en mi intento, juro que no me temblará la mano y que abandonaré todo. Y cuando digo todo, digo absolutamente TODO. No puedo seguir así. Si no cambio, me estaré autodestruyendo y matando todo aquello que construí tiempo atrás. Los que hace tiempo me conocieron, no me reconocen y los que me quieren de verdad, me miran a los ojos y me preguntan qué me ha pasado. Estoy en deuda con tod@s vosotr@s, en serio. Igual he tardado en darme cuenta, pero...

Pidiéndoos perdón a tod@s los que he perjudicado con mi proceso de autodestrucción, prometo iniciar el camino de rehabilitación. Cueste lo que cueste.

BIHOTZ BIHOTZEZ.